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La alta exposición a las redes sociales y los efectos de la pandemia han abierto una “caja de pandora” que puede condicionar la vida de los adolescentes. ¿Qué situaciones son normales de esta etapa y a cuáles debemos poner atención? Los especialistas del Hospital Clínica Nova nos responden.

Tras más de dos años de confinamientos por la pandemia, en los que el celular fue la mayor herramienta de interacción y entretenimiento, la vida de las personas, especialmente de los adolescentes, se ha transformado. Situaciones físicas y emocionales que antes no eran frecuentes en este grupo de población –que corresponde entre los 11 y 16 años aproximadamente– se están presentando con mayor intensidad. 

Los especialistas recomiendan poner más atención a nuestros adolescentes, sobre todo porque esta etapa es vital para el futuro que les espera como adultos: “Sabemos que los muchachos no socializaron durante la pandemia por estar encerrados y esto ha generado miedos e incertidumbres, además que las redes sociales han crecido demasiado para bien y para mal, lo que está provocando ansiedad y otros problemas emocionales”, explicó Roberto Treviño, Medical Manager Pediatrics Nova. 

“La socialización es fundamental. En el hospital, hemos detectado un aumento en nuestras consultas de psicología y de psiquiatría, en las que vemos a algunos adolescentes con intentos o ideas suicidas, depresión, mucha ansiedad, miedos, problemas escolares fuertes. Es importante recordar que estas situaciones no son normales en ésta ni en alguna otra etapa de la vida, por lo que la atención debe ser inmediata”, agregó.

Aunado al aspecto emocional, la salud física también plantea retos, pues el mismo confinamiento provocó la inactividad física, que es una de las causas principales del sobrepeso, la obesidad y otros problemas de salud. Combinando estos factores con una mala alimentación se pueden generar problemas como diabetes a edades tempranas o incluso infartos.

““Lamentablemente, ya tenemos muchachos con hipertensión arterial, problema que antes lo veíamos en adultos; lo malo es que no lo sabían porque no presenta síntomas, por lo que si no lo detectamos y atendemos, vamos tarde porque en unos años pueden presentar daño renal aún en su etapa de vida productiva”, comentó.”

Desde el punto de vista de la salud, la adolescencia es un momento fundamental en la vida de las personas. Si en esta etapa se cultivan buenos hábitos, estos repercutirá más adelante. Otra enfermedad que está siendo tratada con más frecuencia es la escoliosis, una desviación de la columna. Si ésta se detecta y trata en la adolescencia hay altas probabilidad de evitar una cirugía, el desarrollo de hernias o una incapacidad en el futuro.

 

La prevención es la clave, indica Treviño, ante éstos y otros desafíos como la prevención del embarazo adolescente, las enfermedades de transmisión sexual y el consumo de sustancias ilícitas. Por ello, especialistas del hospital quieren hacer equipo con los padres de familia y los adolescentes, enfocándose en acciones preventivas que favorezcan su bienestar integral.

“El joven necesita hoy más que nunca de escenarios donde pueda tener una recreación y una socialización sana. No es nada más de decirle ‘Di no a las drogas’, necesita deporte, comunicación, interacción familiar, saber por lo que está pasando, orientarlo”, señaló. “Necesitamos ayudar a los adolescentes a adaptarse a un mundo que cambia constantemente, apoyarlos a aumentar la resiliencia y que todos los aspectos adversos los utilice de manera constructiva y positiva en su vida”.

“Sabemos que los adolescentes pasan más tiempo realizando actividades digitales con el uso del celular y al mismo tiempo tienen una gran necesidad de retomar otras actividades como el deporte. Tenemos que hablar de la seguridad cibernética, por ejemplo, en relación a la socialización actual, cómo ayudar a identificar los riesgos y a tener herramientas para sacarles provecho; también a cómo ocupar el tiempo libre, orientarlos a tomar decisiones asertivas”, detalló Estela Vázquez, Social Work Analyst.

No obstante, Treviño reiteró que tanto los adolescentes como sus padres pueden acercarse en cualquier momento al hospital a recibir la atención que requieran.

“Se ha demostrado que los programas de salud impactan en tener menos hospitalizaciones u hospitalizaciones de menor estancia en la vida adulta, además de que ayudan a evitar problemas crónicos posteriores como la diabetes, la hipercolesterolemia y los infartos. Si lo hacemos ahora, vamos a encontrar la manera de dar marcha atrás a muchas de las consecuencias de una vida no saludable”, finalizó el especialista.